El reconocido director español Juan Antonio Bayona ofreció una emotiva masterclass durante la 40ª edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara (FICG) en la que compartió sus experiencias personales, reflexiones sobre el arte cinematográfico y fragmentos de su proceso creativo. Ante un público atento, Bayona abrió su corazón y su memoria, conectando el cine con la intimidad, la vulnerabilidad y la sanación.
“Mi padre era un artista medio frustrado”, confesó el director de 'La sociedad de la nieve', evocando el origen de su vínculo con el cine. “El arte, la afición fue un medio de escape en la vida de mi padre, y yo también era un niño solitario; me refugié en el cine”, explicó, revelando cómo el séptimo arte fue desde sus inicios un espacio para procesar emociones profundas y encontrar sentido.
El cine como lenguaje de la herida
A lo largo de su charla, Bayona subrayó el poder del cine como forma de expresión emocional. “La ficción nos ha servido para suturar, para sanar nuestras heridas y vulnerabilidades”, afirmó. “El sufrimiento necesita vocabulario, formas de expresar aquello que uno aún no ha aprendido a articular”. Para él, lo verdaderamente épico no está en los efectos especiales, sino en “la intimidad, en esos momentos de verdad que generan un vínculo entre el espectador y el personaje”.
Recordó también la influencia de películas que marcaron su niñez, como 'Superman' o Pocket Money. “Cuando hablábamos de Superman, estaba asociado a esa sensación de asombro. Para mí, lo importante es conectar desde el vínculo, no desde la forma”.
Errores, intuición y la emoción como brújula
Bayona reconoció que su camino ha estado lleno de aprendizaje a partir del error. “He sido una de esas personas que comete errores. Es mucho más terrible aprender de los errores que no cometer errores”, dijo con sinceridad, arrancando algunas risas del público.
También compartió una anécdota inspiradora que le dejó Fernando Trueba: “No dejes de ir al bar, porque en la escuela se enseña, pero en el bar se aprende”. Para Bayona, el conocimiento cinematográfico no está solo en las aulas, sino en la vida misma, en la conversación, la observación y la intuición: “El discurso que nos creamos... lo primero que ven es la miniatura de un tren. Son solo ideas que vamos traduciendo a imágenes”.
La sociedad de la nieve”: el viaje personal
Al hablar de su más reciente película, 'La sociedad de la nieve', Bayona reveló que el proyecto tocó fibras muy personales. “Es una película del corazón, de la madre, y debe visibilizarse a través de la fantasía, de ese escape. Le contaba que en medio del campo volaba”, expresó de manera poética. Contó cómo el hallazgo del diario de su padre fue clave en el proceso: “Un día descubrí un diario de mi padre, de cuando hizo el servicio militar en África. Las últimas 20 páginas eran entradas de cine; mi padre era cinéfilo”.
Para Bayona, rodar en locaciones reales es parte esencial de su método. “Filmar en lugares reales da una carga especial, permite que la energía fluya y aporta mucha más autenticidad", comentó. Esa búsqueda por lo tangible y lo emocional se refleja en su obsesión por captar “ese sufrimiento con verdad en el actor, que revela algo en el espectador”.
El cine y la inteligencia artificial
En cuanto a los avances tecnológicos y el papel de la inteligencia artificial en el cine, fue claro: “La IA es una herramienta, hay que ver cuál es su evolución. Lo importante es que las cosas tengan alma”.
Juan Antonio Bayona: “El sufrimiento necesita vocabulario”: FICG40