Con un enfoque artesanal y una sensibilidad emocional poco común en el cine contemporáneo, 'La Leyenda de Ochi', dirigida por Isaiah Saxon y producida por A24, se presenta como una obra singular dentro del género fantástico. Su estreno en México llega este 24 de abril, distribuida por Zima Entertainment, y promete una experiencia inmersiva, conmovedora y visualmente innovadora.
En 'La Leyenda de Ochi', el viaje de Yuri —una niña criada en un entorno donde se teme a una criatura llamada Ochi se transforma en una historia de descubrimiento y transformación. El encuentro con un bebé Ochi abandonado la impulsa a desafiar sus creencias, iniciar una travesía a través de la naturaleza y establecer un vínculo profundo con lo desconocido.
El relato se construye como una fábula moderna donde la "otredad" es explorada no como amenaza, sino como espejo del crecimiento personal. La película incorpora elementos simbólicos que remiten al miedo a lo diferente, la empatía inter-especies y el deseo de conexión auténtica, apelando tanto al público juvenil como al adulto.
Inspirada por obras como 'E.T. el extraterrestre', 'Gremlins', 'El corcel negro' y 'Mi vecino Totoro', la película se suma a una tradición cinematográfica que explora las relaciones entre infancias solitarias y seres fantásticos. Sin embargo, Saxon le da un giro contemporáneo, apostando por un tono contemplativo y una carga emocional que privilegia el silencio, los gestos mínimos y las atmósferas por sobre la acción o el espectáculo.
Artesanía visual y producción en locaciones reales
Una de las características más destacables de *La Leyenda de Ochi* es su diseño visual. En lugar de recurrir al CGI dominante en las producciones actuales, Saxon apuesta por una estética tangible: marionetas, efectos especiales prácticos (SFX) y trajes físicos conviven con efectos visuales digitales (FX), generando un universo visual híbrido que resulta evocador y genuino.
Esta decisión estilística responde a una intención clara del director: construir un mundo que se sienta “vivo”, donde las criaturas no solo parezcan reales, sino que también compartan espacio físico con los actores. La criatura Ochi, con un diseño que toma como punto de partida al Mono Chato Dorado —especie china en peligro de extinción—, se convierte en el corazón de esta propuesta estética, con una presencia que refuerza el vínculo emocional del relato.
La película fue filmada en locaciones remotas de los Montes Cárpatos y zonas boscosas de Transilvania, lo cual refuerza la dimensión naturalista de su mundo. Estos paisajes, sin intervención artificial evidente, amplifican el carácter orgánico del universo narrativo y se convierten en un personaje más dentro de la historia, aportando una atmósfera de aislamiento, misterio y belleza atemporal.
Música, simbolismo y raíz cultural
La construcción sonora de 'La Leyenda de Ochi' también refleja un compromiso con lo artesanal y lo cultural. La banda sonora, compuesta por David Longstreth —vocalista de Dirty Projectors—, toma inspiración en la etnomusicología de Europa Oriental y en figuras como el flautista romaní-rumano Fănică Luca.
Esta influencia musical no solo sirve como acompañamiento emocional, sino que añade una capa de autenticidad cultural. Las melodías tradicionales, los ritmos irregulares y los timbres poco convencionales dialogan con la historia, generando un entorno sonoro que enriquece el realismo mágico del filme.
El vínculo entre Ochi y Yuri, más allá del argumento, funciona como un símbolo de apertura, de integración y de convivencia con lo desconocido. Saxon evita el maniqueísmo narrativo: en su universo, el miedo es una construcción social que se puede desmantelar a través de la experiencia y el contacto directo. Así, la película propone una reflexión sobre el prejuicio, la ternura y la transformación a través del encuentro con el otro.
La Leyenda de Ochi no solo se presenta como una propuesta cinematográfica distinta, sino como un manifiesto visual, sonoro y narrativo que invita a redescubrir la fantasía desde lo esencial: la emoción, la conexión y la belleza de lo tangible.
'La Leyenda de Ochi': Una fantasía tangible que redefine el género