En Warfare: Tiempo de guerra, no hay héroes de cartón ni discursos patrióticos al borde del encuadre. Lo que hay es sudor, humo, sangre seca y una cámara que no parpadea. Escrito y dirigido por el veterano Ray Mendoza, en colaboración con Alex Garland (Guerra Civil, Ex Machina, 28 días después), el filme se estrena este 18 de abril, solo en cines, con la promesa de llevar al espectador a la médula cruda de una misión fallida —no desde la teoría, sino desde la memoria viva.
La historia sigue a una unidad de SEALs de la Marina de EE. UU. que entra en territorio insurgente para ejecutar una operación de vigilancia. Todo sale mal. Desde allí, Warfare no busca explicar la guerra, sino hacerla sentir: cada paso, cada disparo, cada decisión tomada con el pulso temblando y la conciencia en modo automático. Narrada en tiempo real, con tomas extendidas, escenarios construidos al detalle y un diseño de sonido que no busca estilizar sino replicar, la película se posiciona como un documento emocional antes que como una ficción.
El elenco está encabezado por Charles Melton, Will Poulter, D’Pharaoh Woon-A-Tai, Cosmo Jarvis, Joseph Quinn y Kit Connor, acompañados por un grupo de jóvenes talentos que no interpretan soldados: los habitan. La preparación del reparto incluyó un entrenamiento militar intensivo dirigido por el propio Mendoza, quien quiso replicar en el set el tipo de vínculo que se forma entre hermanos de armas. Ese lazo invisible se siente en pantalla, sostenido por la tensión de cada paso y la angustia de cada silencio.
Para Mendoza, ex SEAL y asesor de Garland en las secuencias de batalla de Guerra Civil, esta película es más que una obra de ficción: es un espejo. “La hicimos como un recordatorio para quienes toman la decisión de ir a la guerra de que hay gente que responderá a ese llamado para que otros no tengan que hacerlo”, dijo en entrevista.
El núcleo emocional del guion parte del recuerdo de Elliott Miller, un SEAL herido durante una evacuación en Ramadi, cuya historia real sirvió como columna vertebral del guion. Miller, junto con otros integrantes del equipo, estuvo presente durante la filmación, reconstruyendo su vivencia paso a paso, centímetro a centímetro.
Will Poulter, quien interpreta al oficial al mando, subraya que Warfare rompe con las convenciones del género: “Prescinde de la idealización. Es una transcripción, casi metraje encontrado, que permite comprender lo que es estar bajo fuego real y continuo”.
Con la fotografía de David J. Thompson, el diseño de producción de Mark Digby y un equipo técnico afinado hasta la extenuación, la cinta se construye como una inmersión total. La niebla de la guerra ya no es una metáfora: es el lente empañado, el ruido blanco del casco, el momento exacto en que todo se rompe y nadie está seguro de si siguen avanzando o simplemente sobreviviendo.
Warfare: Tiempo de guerra no glorifica ni condena. Mira. Escucha. Recuerda. Y al hacerlo, invita al espectador a preguntarse no qué es la guerra, sino a quién se lleva, incluso cuando no mata.
La cinta llegará este 18 de abril solo en cines.
Warfare:Tiempo de Guerra, el corazón latente de una batalla interminable